Corriente eléctrica
Se
conoce como corriente eléctrica al movimiento de cargas eléctricas. La
corriente puede estar producida por cualquier partícula cargada eléctricamente
en movimiento. Lo más frecuente es que sean electrones, pero cualquier otra
carga en movimiento se puede definir como corriente. Según el Sistema
Internacional, la intensidad de una corriente eléctrica se mide en amperios,
cuyo símbolo es A.
Históricamente,
la corriente eléctrica se definió como un flujo de cargas positivas y se fijó
como sentido convencional de circulación de la corriente el flujo de cargas
desde el polo positivo al negativo. Más adelante se observó que, en los
metales, los portadores de carga son electrones, con carga negativa, y que se
desplazan en sentido contrario al convencional. Lo cierto es que, dependiendo
de las condiciones, una corriente eléctrica puede consistir en un flujo de
partículas cargadas en una dirección, o incluso simultáneamente en ambas
direcciones. La convención positivo-negativa se usa normalmente para
simplificar esta situación.
La
corriente produce muchos efectos visibles, que han hecho que su presencia se
reconozca a lo largo la historia. En 1800, Nicholson y Carlisle descubrieron
que el agua podía descomponerse por la corriente de una pila voltaica, en un
proceso que se conoce como electrólisis. En 1833, Michael Faraday amplió este
trabajo. En 1840, James Prescott Joule descubrió que la corriente a través de
una resistencia eléctrica aumenta la temperatura, fenómeno que en la actualidad
se denomina Efecto Joule.
Comentarios
Publicar un comentario