Carga eléctrica
La
carga eléctrica es una propiedad de la materia que se manifiesta mediante
fuerzas de atracción y repulsión. La carga se origina en el átomo, que está
compuesto de partículas subatómicas cargadas como el electrón y el protón.
La
carga puede transferirse entre los cuerpos por contacto directo o al pasar por
un material conductor, generalmente metálico. El término electricidad estática
se refiere a la presencia de carga en un cuerpo, por lo general causado por dos
materiales distintos que se frotan entre sí, transfiriéndose carga uno al otro.
La
fuerza actúa en las partículas cargadas entre sí, y además la carga tiene
tendencia a extenderse sobre una superficie conductora. La magnitud de la
fuerza electromagnética, ya sea atractiva o repulsiva, se expresa por la ley de
Coulomb, que relaciona la fuerza con el producto de las cargas y tiene una
relación inversa al cuadrado de la distancia entre ellas. La fuerza
electromagnética es muy fuerte, la segunda después de la interacción nuclear
fuerte, con la diferencia que esa fuerza opera sobre todas las distancias. En
comparación con la débil fuerza gravitacional, la fuerza electromagnética que
aleja a dos electrones es veces más grande que la atracción gravitatoria que
los une.
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